Una ama de casa con buenas ideas: Frascos y botellas rebeldes!

miércoles, 24 de marzo de 2010

Frascos y botellas rebeldes!

A quién no le ha pasado.... necesitas agregar un ingrediente a tu súper receta, o ese pan te está pidiendo a gritos untarle mermelada y el bendito frasco ¡no abre! Aguantas la respiración, haces fuerzas, tus dedos ya están rojos, tu frente se arruga... ya te estás poniendo verde como Hulk (no sé si es la rabia o sólo que aguantas el aire!) y no hay caso...

Hay muchas razones por las que las tapas de los frascos pueden pegarse: una es que contengan cosas que al secarse formen costras y la otra que estén cerradas herméticamente y que no tengan aire dentro dejándolas como "selladas".


 
Trucos
Muchas veces después que nos aburrimos de pelear con la apertura del frasco, viene cualquier otro voluntario y lo abre en un dos por tres dándoselas de He-Man... Esto pasa porque al pelear con la tapa la calentamos un poco, pero lo suficiente como para que se vuelva a dilatar, lista para que cualquier otro la abra.
Por lo tanto, si hablamos de aplicar calor para dilatar la tapa una alternativa es ponerla abajo de la canilla de agua caliente. Esto hace que se abra fácilmente.
Otros ocupan encendedores ó el fuego de la llama de la cocina (o estufa como le llaman en otros lugares), con los cuales calientan la orilla de la tapa y obtienen el mismo resultado; ojo!! no se les vaya a pasar la mano y el calor rompa el frasco!!

Si la razón de que la tapa esté dando problemas son residuos secos del contenido del envase, una estrategia es golpear la tapa con el mango de un cuchillo y dar varios golpes en los bordes por la parte de arriba, y por los lados. Si aún así la tapadera está dura, uno puede ayudarse con una toalla para no lastimarse tanto la mano. Otra posibilidad, si el diámetro del frasco no es muy grande, es utilizar el costado de una puerta abierta del lado de las bisagras y prensar la tapa del frasco entre el costado de la puerta y la pared. De esta manera hay más agarre y resulta más fácil aplicar fuerza sobre el frasco en vez de la tapa.

Los consejos clásicos son:
- Para abrir nuevamente el frasco o botella, basta voltearlo boca abajo y dar uno o dos golpes secos (no fuerte, porque rompería el frasco) en la tapa contra el piso; de este modo el residuo solidificado se rompe y, dado que ni el frasco ni la tapa se deforman, éste abre como normalmente lo debe hacer.

- Si está muy al vacío hacer un agujero en la tapa con un clavo para que entre aire y luego, lo abres.

- Ponerse un guante de lavar los platos (guante de goma) el cual dará más agarre.

- Uno que yo aprendí y fué hace muchos años atrás es ponerle ligas elásticas al frasco alrededor más un trapo húmedo de cocina, se gira la tapa y es menos resbaladizo.


Después de estos consejos, espero que puedan abrir ese frasco que los separa de un antojo... o de volverse locos!!!!
Saludos!
Alejandra.


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